Rafael 61 años - Cruz Roja


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“Mis padres dejaron atrás sus recuerdos y vinieron a Barcelona, ciudad hermosa y difícil, como todas las grandes ciudades. Al principio, aunque sin darme cuenta, fue duro, muy duro, pero un buen día y sin saber como, nos llegó la “suerte” y empezamos a levantar cabeza.
Desde entonces entendí y comprendí que ese tipo de “suerte” y pensé que tenia que compartirla con los demás, con mi familia, mis amigos, vecinos, en mi barrio, en mi trabajo, etc
A día de hoy Barcelona, la ciudad hermosa y difícil sigue igual para muchas personas y yo, con mis dudas y contradicciones, sigo pensando igual e intento dedicar todo mi tiempo disponible en compartir mi suerte”

 

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