Patricia años - Cruz Roja

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"Año 1996, tocaba elegir carrera universitaria, tenía que pagar las tasas para poder realizar la selectividad y especificar el listado de carreras y universidades. No tenía preferencia por ninguna: sociología, psicología, antropología, educación o trabajo social, derecho … Todas me gustaban, en todas me podía proyectar, pero en ninguna había vocación. Tenía claro que quería trabajar con y para las personas, que quería acompañar, que quería ser un agente activo de cambio en las vidas de las personas con las que me relacionara. Ilusa …

 

Me decanté por la Psicología. Disfrute aquellos años. Me especialicé en la intervención con personas usuarias de drogas y en aquellas que estaban afectadas por enfermedades mentales severas. Los años pasaban, las experiencias, las personas, los servicios y las vivencias.

He trabajado siempre con personas en situación de vulnerabilidad socio sanitaria, siempre con aquellas que yo creía que más me necesitaban, aquellas en las que yo pretendía ser el empujón para su cambio. Ilusa …

Creía saber todas las respuestas, saber que decir en cada momento, yo estaba al otro lado, yo tenía el poder, a mí no me había tocado. Yo era la profesional y la persona que tenía delante era el/la paciente, yo tenía el conocimiento y la persona que tenía delante tenía la necesidad de mi conocimiento. Al fin y al cabo, yo era la experta. Ilusa….

El tiempo, los años, la experiencia, afortunadamente lo coloca, o lo recoloca, todo en su sitio. Mi entrada en la Creu Roja ha ido acompañada de un proceso personal de crecimiento y de un proceso profesional de maduración, procesos a través de los cuales he conseguido resituarme para poder dar respuesta a las exigencias de mis propias demandas. Ilusa, he sido durante muchos años una ilusa, retroalimentando mi propio ego a través del falso altruismo disfrazado de egoísmo.

Las personas que se han cruzado en mi camino, aquellas a las que yo creía ayudar, han sido mi propio agente de cambio, ellas me han cambiado a mi. Me han hecho bajar de mi falso pedestal de experta para poner el foco de atención en ellas mismas, ellas son las expertas, las expertas en sus vidas. Personas autónomas con capacidad de decisión. Abandoné el infantilismo, el rol de poder. El poder esta en ellas. Ellas son supervivientes. Este cruce de caminos me ha ayudado a abrir los ojos, a ver, no solo a mirar; a respetar tiempos y decisiones, a acompañar cuando no hay más alternativa, a luchar por sus derechos, a visualizar su situación.

Ilusa, ya no.

Compañera en el camino."

 

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