"Mi nombre es Cristina, tengo 33 años, nací en Ecuador y soy la menor de tres hermanos.

Mi madre y mi padre decidieron venir a Barcelona a vivir y trabajar, ya que la situación en Ecuador a causa de la crisis económica era insostenible. En el año 2000, llegué a Barcelona cuando tenía 12 años junto con mis hermanos mayores.

No me resultó muy difícil adaptarme a este nuevo lugar, empezamos viviendo en el Barrio de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat donde conocí a compañeras/os del Instituto de quién guardo muy buenos recuerdos, ya que no hacían distinción por provenir otro país. Un año después, nos trasladamos a vivir a Sant Feliu de Llobregat, donde llevo residiendo 20 años, lugar donde he forjado muy buenas amistades y he conocido a la pareja con quién camino de la mano desde hace 14 años.

El primer viaje que hice a Ecuador después de haber vivido algunos años en Barcelona, fue cuando tenía 18 años, y fue uno de los desencadenantes que hizo que me decantase por estudiar en la rama de lo social. Durante seis años, no había recordado las desigualdades que existen entre un país y otro, y me prometí que un día volvería y contribuiría con mi granito de arena a ayudar a quien lo necesitase. Y así fue, después de graduarme como Trabajadora Social me embarque en un avión hacia Ecuador, y viví una aventura que duró tres años y medio, donde trabajé con familias y menores en situación de vulnerabilidad.

Una vez de vuelta a Barcelona, he trabajado en varios sitios con diferentes colectivos. Estos lugares me han aportado experiencia profesional, y personal, ya que he conocido a personas maravillosas.

Actualmente me encuentro en un momento en el que experimento, conozco, crezco, y amo mi profesión, me siento afortunada de todo lo que he vivido hasta ahora, y con la expectativa de descubrir lo que está por venir."